10 de noviembre de 2009

Hiedra


Pensaba que era yo la que solía "destrozarle" la vida a los otros.
Llegaba sin saber muy bien ni de donde ni por donde pero aparecía y esa era vuestra perdición.

Soy capaz de lo mejor y de lo peor. Llego, me voy haciendo un hueco en vuestro corazoncito, en vuestra alma y cuando todo parece ir bien, cuando creeis que os pertenezco que formo parte de vuestros sueño... me trasformo (o tal vez es que siempre fue así) y me convierto en una hiedra trepadora. Os rompo desde dentro, cuando queréis daros cuenta habéis saltado en mil pedazos y no sabéis de donde ni por donde. Lo único que queda claro es por quien.

La mayoría de las veces os dejo balbuceantes en una esquina, llorando, babeando,agazapados... sin capacidad de reacción. Normalmente esa capacidad ya ha quedado anulada tiempo atrás. Puedo haberos hecho creer que no valeis nada, que no sois nada,... Entro y destrozo.

Entonces, a veces y sólo a veces pienso que os lo mereceis; por tristes, por frágiles, por confiados, por pensar que las cosas serían así SIEMPRE, que nada cambiaría, que NUNCA cambiaría. Y mira que os lo digo NO HAY NADA PARA SIEMPRE pero aún así no me creeis. Pensais que me burlo.

No suelo burlarme del tiempo y mucho menos de la capacidad de autodestrucción que he sido capaz de desarrollar en los últimos años. Si me destruyo e destruyo. Y parece un sino que me persigue. Pero me he cansado.

No quiero sentirme culpable no quiero sentir que me tengo que hacer cargo del sufrimiento ajeno, tampoco de la felicidad ajena. Lo siento, pero a veces ya es bastante duro tratar de hacerse una cargo de su propia vida.

2 comentarios:

100 grados y 21 gramos dijo...

un día te voy a invitar a un café y me cuentas.

uncafesoloporfavor dijo...

Hola nena, uno bien oscuro por favor. Por las mañanas si no lo puedo cortar no me vale,je.