30 de julio de 2009

Océano de por medio



Cómo de fuerte tienes que ser para no coger el teléfono cuando sabes que la personita que esta al otro lado sufre? 

Cómo de fuerte tienes que ser para no cogerlo si sabes que después de colgar sufrirá más?

Cómo de fuerte para no salir corriendo a cogerlo aunque tu, precisamente tu, eres la persona menos indicada para ayudarle? 

Cómo de fuerte cuando sabes por propia experiencia que la angustia disminuye cuando escuchas la voz con la que sueñas pero que cuando cuelga empieza ese infierno particular aún más intensamente si cabe?

Cómo de fuerte sabiendo que esa personita sólo espera de ti algo que no le puedes dar?

Cómo de fuerte para no derrumbarte por no cogerlo cuando suena y ves su nombre?

Hay que ser muy fuerte y además tener buena memoria.



4 comentarios:

100 grados y 21 gramos dijo...

Lo de la buena memoria, terminará siendo fundamental. Si no te acuerdas de lo puteante que es, caes, cedes.

OtraTazaDeCafé dijo...

Hay que ser fuerte, hay que saber autocontrolarse, hay que ponerse en la piel de la otra persona... hay que contar hasta 10 o hasta 20 o hasta lo que haga falta.
Y hay que ser capaz de pasar página cuando sabes que la otra persona tardará bastante más que tú en hacerlo.
Pero sí, coincido en que el tema de la memoria es lo fundamental.

Anónimo dijo...

OtraTaza me lo ha quitado de la boca (o de la tecla) en su segundo párrafo.
Aunque parezca que las historias se repiten con los protagonistas en distintos papeles (ahora estás en el lado que "controla" y "decide") ten en cuenta que cada actor es diferente y a pesar de que los escenarios y las situaciones sean muy parecidas, no tienen por qué actuar igual.

uncafesoloporfavor dijo...

Teneis razón las tres.

El único obstáculo soy yo misma... esa imperiosa necesidad de que no haya ser viviente que tenga que sufrir por mi causa a veces me trastoca un poco y me hace sufrir lagunas mentales.Ni yo soy él ni él soy yo; ni por supuesto yo soy aquel ni aquel hizo lo mismo que yo.

Moraleja; no dejar de recordar lo importante y no pensar que el guión se repite.